Usar de manera eficiente la energía eléctrica y ahorrarla, no significa reducir o bien, sacrificar el grado de satisfacción de las necesidades de todos los días; sino que significa un cambio de actitudes y de hábitos para favorecer el uso de la electricidad de una forma más eficiente, empleando los recursos energéticos racionalmente y protegiendo la economía y el entorno natural.
La producción de energía que se disfruta diariamente contamina y es cara. Por tanto, ahorrar en su consumo hará que la economía familiar disminuya y se use una menor cantidad de combustibles fósiles, como carbón, gas o combustible.
¿Cómo lo implemento?
- Trata de mantener siempre los aparatos eléctricos en buen estado, particularmente aquellos que se encuentran en la cocina, tales como tostador, extractor o microondas. Mientras estos se mantengan en perfecto estado, la duración de los mismos se prolongará y el consumo de energía se reducirá, al igual que los gastos.
- Siempre utiliza los aparatos según sus recomendaciones de uso, seguridad y mantenimiento, tal cual como el fabricante aconseja en su manual.
- Revisa de manera cuidadosa cada aparato que al conectar hace chispas o aquellos que calientan el cable. No lo utilices antes de resolver el inconveniente, o antes de llevarlo a algún técnico para que reconozca la falla.
- Antes de terminar de usar los aparatos que producen calor, apágalos, para aprovechar de esa manera el calor que se ha acumulado. Algunos de los aparatos son tubos, pinzas de cabello, plancha, calefactores, ollas eléctricas y parrillas.
- Desconecta siempre los aparatos desde su enchufe y nunca hales el cable.
- Apaga los equipos eléctricos y desconecta aquellos que carecen de interruptor cuando no los estés utilizando.
